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¿Muy apretadita o Un poco apretadita?

Alguna vez te has preguntado ¿qué tan apretada debe ser mi faja? no te preocupes, pues en este blog te explicaremos qué tipo de compresión y texturas deberías utilizar según el caso. El uso de fajas no es una “talla única” en términos de compresión y textura. La elección de la faja adecuada es crucial para asegurar comodidad, efectividad y, sobre todo, seguridad. A continuación, te brindamos recomendaciones clave para seleccionar la faja perfecta según tu caso particular.

 

1. Personas Mayores: Prioridad en el Comfort y la Adaptación

Si eres una persona mayor que nunca ha usado una faja, es esencial comenzar con una opción que respete la sensibilidad de tu piel y tu nivel de comodidad. Las fajas hechas de materiales como el látex o powernet, aunque ofrecen una alta compresión, no son recomendadas para ti.

¿Por qué? Tu piel y cuerpo pueden no estar acostumbrados a la presión intensa, lo que podría generar irritación o incomodidad. Una faja con compresión suave y textura delicada es la mejor elección. Opta por materiales que sean transpirables y suaves al tacto, para que te sientas bien mientras obtienes los beneficios de la faja.

 

 

2. Jóvenes Adolescentes: Un Cuidado Especial para Cuerpos en Desarrollo

Para las jóvenes que están considerando el uso de una faja, es fundamental entender que sus cuerpos y pieles aún están en formación. En estos casos, evitar fajas de alta compresión, especialmente aquellas fabricadas en látex o powernet, es esencial.

Se recomienda una línea soft o de compresión ligera, que permita que el cuerpo se adapte gradualmente al uso de fajas sin ejercer una presión innecesaria. Este enfoque no solo es más seguro, sino que también ayudará a evitar cualquier incomodidad o problema futuro relacionado con la piel o el desarrollo corporal.

 

 

3. Preparación para Cirugía: Adaptación Gradual es la Clave

Si te estás preparando para una cirugía y nunca has usado una faja, es crucial comenzar con una de compresión suave o de primera etapa antes del procedimiento. Esta adaptación gradual permitirá que tu cuerpo se acostumbre al uso de fajas sin un choque dramático cuando sea necesario usarlas después de la operación.

El uso de fajas suaves antes de la cirugía te ayudará a prepararte física y mentalmente, facilitando la transición a una faja postoperatoria más específica cuando sea necesario.

 

4. Cirugías Funcionales: Compresión Moderada y Suave

En casos de cirugías como cesáreas o reparaciones de hernias, la elección de la faja adecuada es crítica para el proceso de recuperación. Evita fajas con látex o aquellas que ofrezcan compresiones altas, ya que pueden ser demasiado abrasivas y causar irritación o incluso infecciones, especialmente en áreas donde hay suturas.

Opta por fajas de compresión media o suave, hechas de powernet u otros materiales suaves, y asegúrate de que no contengan varillas. Estas opciones son más seguras y ayudan a proteger las zonas sensibles sin comprometer la recuperación.

 

 

 

5. Eventos Especiales: Prioriza la Comodidad y la Adaptación

Si estás buscando una faja para un evento especial, pero nunca has usado una antes, la clave es encontrar un equilibrio entre compresión y comodidad. En este caso, una faja de compresión suave a media será la más adecuada, especialmente si el tiempo hasta el evento es corto.

Si prefieres una compresión más fuerte para moldear tu figura en esa ocasión especial, te recomendamos comprar la faja con suficiente antelación y comenzar a usarla por lo menos 4 horas diarias. Este proceso de adaptación ayudará a que te sientas cómoda y segura el día del evento, evitando cualquier malestar inesperado.

La elección de una faja adecuada depende de múltiples factores. La clave es siempre priorizar la comodidad y la seguridad, permitiendo que tu cuerpo se adapte de manera gradual. Con estas recomendaciones, puedes estar segura de que encontrarás la faja perfecta que se ajuste a tus necesidades sin comprometer tu bienestar.

 

 

 

 

 

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